La Corte estableció que el plan de manejo de Conaf, que autorizaba deforestar terrenos para la actividad agrícola en Pichidegua, afectaba la biodiversidad. A pesar de contar con un plan de manejo, los titulares de los proyectos agrícolas deberán consultar su ingreso al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental.
La Corte Suprema revocó un fallo de la Corte de Apelaciones de Rancagua y acogió un recurso de protección de la Municipalidad de Pichidegua, por el daño ambiental que podrían provocar los planes de manejo de Conaf que habilitaron terrenos para proyectos agrícolas, sin ingresar al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
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