Durante décadas los países han aportado miles de millones de dólares en subsidios y subvenciones a la pesca comercial. La mayor parte de estos recursos son considerados dañinos, dado que impulsan una maquinaria que sobreexplota los mares y agota los recursos marítimos a una escala que ya no es sostenible.
La Organización Mundial del Comercio (OMC), con sede en Ginebra, discute este jueves 15 la posibilidad de eliminar estos subsidios gubernamentales a la pesca comercial, lo que permitiría a las poblaciones de peces y vida marina rehabilitar sus poblaciones gradualmente y garantizar la subsistencia de los recursos vitales para toda la humanidad. China y la UE representan el 36% de la totalidad de las subvenciones dañinas a la pesca. Los subsidios en esta materia alcanzan hasta USD $35 mil millones al año, de los cuales $20 mil millones mejoran efectivamente la capacidad de las grandes flotas pesqueras, que sobreexplotan los mares y océanos del mundo. Si estas negociaciones tienen éxito, resultarían en el primer acuerdo comercial multilateral para el grupo de 164 miembros desde 2013. Muchos dicen que sería el pacto más importante desde que se estableció la OMC en 1995.
La sobrepresca o sobreexplotación de los mares y océanos es la principal amenaza que enfrenta la biodiversidad marina. Esta consiste en la captura de gigantescas cantidades peces a la vez, por lo que la población reproductora se agota a un ritmo demasiado alto para recuperarse. La sobrepesca generalmente va acompañada de tipos de pesca comercial y métodos que son derrochadores, que usan enormes redes, que arrastran cantidades masivas de peces u otros animales no deseados (llamada pesca accidental o colateral), que luego son descartados o devueltos ya muertos al océano.
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