La carga probatoria debe invertirse. Los bancos centrales deben asumir que la degradación ambiental, incluida la pérdida de biodiversidad, representa riesgos macroeconómicos y financieros en sus jurisdicciones, salvo que se demuestre lo contrario.
Dado que la pérdida de biodiversidad no solo agrava los riesgos relacionados con el clima, sino también una crisis global por sí misma, el informe advierte que las prácticas actuales de integrar solamente los riesgos e impactos climáticos en los mandatos de los bancos centrales y los supervisores del sistema financiero, y excluir los riesgos relacionados con la pérdida de naturaleza no permite garantizar un sistema financiero sostenible
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